Isla de Abel, La

Abelardo Hassam di Chirico Pedernal, de la familia de los Pedernales , de Musgania, está pasando una espléndida tarde saboreando champán con su adorable esposa, Amanda, de picnic bajo un frondoso árbol, divirtiéndose con una partida de croquet y, en general, viviendo la vida propia de un ratón de abolengo, cuando ocurre algo inesperado. Se desencadena una lluvia borrascosa y el viento le arranca a Amanda el precioso pañuelo de gasa que lleveba al cuello. Cuando Abel trata de rescatarlo, es arrastrado hasta un río que se convier te en cascada, la que a su ve z le arrojó entre las ramas altas de un árbol. Ahora está varado en una isla extraña, incapaz de cr uzar la tumultuosa corriente hacia la orilla del otro lado.